Todavía no se acaba enero, por lo que las resoluciones del nuevo año quizás aún están vigentes para muchos ahorristas.
En muchos casos, este impulso que se da con el inicio de nuevas oportunidades que brinda 2014, puede desvancerse rápidamente y las metas parecen quedar muy lejos.
Aunque hay que empezar por allí, lo importante en estos casos es actuar cada día para llegar a ellos y no dejar todo en el papel o en ideas en la cabeza. Aquí algunos sencillos pasos, recopilados por el sitio web de finanzas personales, Moneyning, para que aquello que se traza lo pueda volver realidad:
1. Defina su objetivo: Para lograr grandes cosas, su objetivo debe ser claro. En otras palabras, éste tiene que ser:
Específico: Parte del problema de hacer una resolución de año nuevo es que a menudo son muy genéricos. Por ejemplo, una meta financiera que sea: “quiero ser más organizado con mis finanzas” no es muy definida. En cambio, si su objetivo es: “quiero crear un presupuesto para seguir mis ingresos y gastos, en el primer día de cada mes” puede ser más efectivo.
Realista: esta característica también es importante. Es necesario trazarse sus propias limitaciones. En este caso, si quiere asignar más dinero a su fondo de emergencia, que esta nueva cifra no sobrepase sus ingresos o el uso que necesita hacer de ellos para los gastos recurrentes.
2. Que su plan sea diseñado para el éxito: si en la actualidad su propósito es trabajar para financiar su fondo de emergencia con cada vez mayores sumas, lo esencial es escalar hasta llegar a ese punto máximo. El hábito es uno de los puntos clave de los objetivos financieros y cuando ya se acostumbra a depositar una cierta cifra para este fondo, luego será más sencillo ir asignando más. Recuerde: una meta sin un camino claro para llegar allí no tendrá un final exitoso.
3. Ejecute: Si usted ha dado los dos primeros pasos correctamente, lo que hay que hacer de ahí en adelante tiene que ser igual de claro y preciso. No importa qué tan ambicioso o qué tan simple sea su meta financiera, la idea es que pueda seguir por ese camino por el que inició.
Para llegar a esta etapa de la ejecución, usted ya debe tener sus hábitos establecidos y su vía al éxito debidamente aclarada. Esto, debido a que el punto tres requiere de mucha dedicación y fuerza de voluntad. La buena noticia es que si su objetivo es específico y realista, usted se sentirá motivado al ver el progreso constante que se muestra para llegar al final.
Siempre tenga presente esa meta que se trazó, para que cada vez que actúe en torno a ella, usted se sienta seguro de que determinada inversión, determinado incremento en sus ahorros o en su asignación para la jubilación son pasos cuidadosamente planeados para lograr el objetivo.
En muchos casos, este impulso que se da con el inicio de nuevas oportunidades que brinda 2014, puede desvancerse rápidamente y las metas parecen quedar muy lejos.
Aunque hay que empezar por allí, lo importante en estos casos es actuar cada día para llegar a ellos y no dejar todo en el papel o en ideas en la cabeza. Aquí algunos sencillos pasos, recopilados por el sitio web de finanzas personales, Moneyning, para que aquello que se traza lo pueda volver realidad:
1. Defina su objetivo: Para lograr grandes cosas, su objetivo debe ser claro. En otras palabras, éste tiene que ser:
Específico: Parte del problema de hacer una resolución de año nuevo es que a menudo son muy genéricos. Por ejemplo, una meta financiera que sea: “quiero ser más organizado con mis finanzas” no es muy definida. En cambio, si su objetivo es: “quiero crear un presupuesto para seguir mis ingresos y gastos, en el primer día de cada mes” puede ser más efectivo.
Realista: esta característica también es importante. Es necesario trazarse sus propias limitaciones. En este caso, si quiere asignar más dinero a su fondo de emergencia, que esta nueva cifra no sobrepase sus ingresos o el uso que necesita hacer de ellos para los gastos recurrentes.
2. Que su plan sea diseñado para el éxito: si en la actualidad su propósito es trabajar para financiar su fondo de emergencia con cada vez mayores sumas, lo esencial es escalar hasta llegar a ese punto máximo. El hábito es uno de los puntos clave de los objetivos financieros y cuando ya se acostumbra a depositar una cierta cifra para este fondo, luego será más sencillo ir asignando más. Recuerde: una meta sin un camino claro para llegar allí no tendrá un final exitoso.
3. Ejecute: Si usted ha dado los dos primeros pasos correctamente, lo que hay que hacer de ahí en adelante tiene que ser igual de claro y preciso. No importa qué tan ambicioso o qué tan simple sea su meta financiera, la idea es que pueda seguir por ese camino por el que inició.
Para llegar a esta etapa de la ejecución, usted ya debe tener sus hábitos establecidos y su vía al éxito debidamente aclarada. Esto, debido a que el punto tres requiere de mucha dedicación y fuerza de voluntad. La buena noticia es que si su objetivo es específico y realista, usted se sentirá motivado al ver el progreso constante que se muestra para llegar al final.
Siempre tenga presente esa meta que se trazó, para que cada vez que actúe en torno a ella, usted se sienta seguro de que determinada inversión, determinado incremento en sus ahorros o en su asignación para la jubilación son pasos cuidadosamente planeados para lograr el objetivo.
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